Día de muertos. La fiesta del Reencuentro

02.11.2021

El día de muertos es una celebración de las más representativas que se llevan a cabo en nuestro país, tanto que fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de México por la UNESCO, en el año 2008. El origen de esta tradición se remonta a la época prehispánica, cuando las comunidades indígenas acostumbraban a conservar los cráneos de los fallecidos y utilizarlos para rituales en los que se honraba la muerte y se celebraba el renacimiento, se conmemoraba en el noveno mes del calendario solar y duraba hasta un mes entero. (Gonzáles, M. 2020)

En la celebración, se le rendía respeto a la diosa Mictecacíhuatl, que en castellano significa 'Dama de la Muerte'. En el siglo XV con la llegada de los españoles esta celebración se modificó para que la fecha coincidiera con el día de todos los santos y todas las almas, como una forma de cristianizar la celebración (Gonzáles, M. 2020). La celebración fue trascendiendo el tiempo hasta quedarse en la memoria histórica y traerla año con año a la actualidad.

A través de esta fiesta la tradición mexicana hace creer a las personas que las almas de los seres queridos fallecidos visitan el mundo de los vivos, por lo que cada familia según su lugar de origen y los símbolos que se utilicen colocan un altar en casa, con las fotos de aquellas personas que recuerdan, acompañadas de comida y bebidas que le agradaban a lxs difuntxs, velas, calaveritas, el tradicional pan de muerto y flores de cempasúchil. Asimismo, se acostumbra visitar los cementerios y llevar ofrendas a las tumbas de los fallecidos. La Fiesta del día de muertos es el día en que celebramos la vida, es decir el día que las personas recordamos las vivencias compartidas, narradas y experimentadas de aquellos que han muerto físicamente, pero que creemos que siguen con nosotrxs haciéndose presente en nuestra vida especialmente en la celebración, ya que vienen a disfrutar de todo aquello que gozaban mientras vivían.

Para la cultura mexicana la fiesta del día de muertos está llena de paradojas pues aunque el tema es la muerte, todo se llena de colores, nos alegramos de que los sentimos cerca, escuchamos música con letras tristes, pero notas alegres, disfrutamos de la comida, lloramos por la partida de nuestro seres, pero reímos al recordarlos, por eso, considero que el día de muertos es la fiesta del encuentro, la esperanza de que se acercan a nosotros, de que vuelven a casa una vez más, donde sentimos su presencia, cercanía, calidez que nos llena de esperanza.

Es el día que la muerte se vuelve luz, que los caminos se llenan de flores, que las fotografías se convierten en presencias, que la comida vuelve a ser compartida, las familias se reencuentran, los brindis nos llevan a recordar que la vida es una fiesta y que como dice Octavio Paz "si negamos la muerte, negamos la vida".

Para la liturgia católica este día es reconocido como el día de los fieles difuntos, en el que recordamos a todos aquellos que han muerto a la vida física pero que nuestra fe nos invita a creer que resucitarán, es un día en el que los templos utilizan el morado como signo de luto y penitencia, pero se celebra la Eucaristía con alegría y confianza unidxs en comunidad, confiando que esos seres queridos que físicamente no están se encuentran gozando de la vida eterna. Sin embargo, actualmente también se ha retomado la idea de orar por las muertes a las que nos estamos enfrentando en nuestra realidad, esas perdidas dolorosas a causa de la violencia y aquellas personas desaparecidas de las que no hay cuerpos. A pesar de estas situaciones dolorosas es el único día del año que el dolor por la perdida se vuelve esperanza, se experimenta que el amor va más allá de una presencia física como Jesús nos lo enseñó en la resurrección, así tenemos la certeza de que las personas mueren el día que los olvidamos, por que su presencia sigue viva en nuestro ser, por lo tanto, celebremos esta fiesta recordando que detrás de la muerte está la esperanza en el reencuentro.