MIÉRCOLES DE CENIZA 2022

02.03.2022
El miércoles de Ceniza es celebración litúrgica dentro de la tradición de la Iglesia Católica, marca el inicio del tiempo de cuaresma, la celebración se ha llevado a cabo desde finales del siglo II. Se trata de una fecha que hace referencia al tiempo que Jesús pasó en el desierto, en el que se invita a reflexionar en el ayuno, la penitencia y la oración. Esta celebración es de gran importancia dentro de la piedad popular, sin embargo, esta celebración tiene su origen en el judaísmo, puesto que la ceniza era un símbolo muy importante para el pueblo de Israel que representaba la vida, su fragilidad y el arrepentimiento de los pecados, ya que en señal de arrepentimiento cubrían su cuerpo con Ceniza.
Desde el símbolo de la Ceniza que las personas católicas nos acercamos a recibir en nuestras frentes, se nos ha mostrado que esta acción ya no afecta, en nuestros corazones. Ciertamente es un día en el que se nos invita a hacer un alto en nuestra vida y revisar aquello que nos está quitando vida, para transformarlo a través de un signo visible de arrepentimiento, un arrepentimiento que quizá nos termina ensimismando más y nos lleva a cerrar los ojos a los procesos de muerte que acontecen a nuestro alrededor ya que hemos olvidado que las cenizas son resultado de procesos violentos y destructivos, que duelen y nos recuerdan que la tierra está gimiendo de dolor, que nuestro planeta está cada vez convertido en cenizas, que hay miles de mujeres que llenas de vida han quedado olvidadas al ser desaparecidas por la violencia feminicida, que la desigualdad, la exclusión destruye vidas, sueños, libertades, estas situaciones que nos aquejan son reflejo de procesos violentos y destructivos como la Ceniza.
Por eso quiero que este año, esa ceniza se convierta en un signo de resistencia, que nos recuerden el dolor de la madre tierra y de las realidades de injusticia y muerte que destruyen la vida, de tantas personas en especial de las mujeres. Esos procesos son el resultado del sistema patriarcal, del Kyriarcado y el androcentrismo en el que estamos viviendo. Quiero que la ceniza en mi frente me ayude a sentir las muertes cotidianas, compartir su dolor y llorar con ellas. Quiero que mis cenizas me recuerden que somos parte de todo lo que existe y nos necesitamos, porque somos hermanxs.
Quiero que “el arrepiente y cree en el evangelio” sea la acción que me lleve a solidarizarme con lxs otrxs, dándoles la mano, recordar nuestro ser en todo y en todxs, de recordar la alegría de la creación que nos hacer ser humanxs y la caricia de Jesús al encarnarse, es un momento de hermandad con las más pequeñas de las criaturas, y con los grandes bosques, con las mujeres y con las personas. Quiero sentir que el organismo vivo que es nuestro hermoso planeta está tomando conciencia de nuestra solidaridad. Con la mirada en la Resurrección, para que nos levantemos de las cenizas y plantar nuevas semillas como recreación que hace crecer la vida abundante de Jesús profeta de la Divina Sabiduría.