LA EPIFANÍA Y LAS MUJERES.

06.01.2025

Isabel Huerta

Hace años vi circulando por las redes una viñeta de Lola Vendetta titulada “si los tres reyes magos fueran mujeres”, esta me dio gracia y me ayudó a ver con otros ojos el evangelio, además me invitó a reflexionar sobre el texto bíblico del evangelio de Mateo en el cual se narra la llegada de los tres reyes magos o como se menciona en la liturgia “la fiesta de la Epifanía”, desde entonces he leído una variedad de artículos en los que se cuestiona sobre la presencia de las mujeres, algo de lo que nunca tendremos certeza.
Sin embargo, conociendo un poco la cultura judía y sus costumbres existe la probabilidad de a través de algunos detalles de que sí estuvieron presentes. Uno de ellos es el hecho de que el censo era para todos: “El emperador Augusto ordenó un censo de todo el mundo, y José y María se fueron a Belén, la ciudad de David, para inscribirse” (Lc. 2, 1) lo que aumenta la probabilidad de María y José viajaran en grupo, ya que generalmente las personas viajaban en caravana, así como cuando iban a Jerusalén (Lc. 2,44) y lo buscaban entre los conocidos.
Otro hecho es que según el Levítico 12, las mujeres después del parto eran consideradas impuras si daba a luz a un varón permanecía impura durante una semana y luego se sumergía en un cuerpo de agua para purificarse. En la interpretación rabínica de este texto de la ley, cualquier sangre posterior que vea durante los siguientes 33 días se consideraría dam tohar (דַּם טׂוהַר – sangre ritualmente limpia), pero si daba a luz a una mujer la madre se volvía impura durante 2 semanas, y después de la inmersión, cualquier sangre que vea durante los siguientes 66 días es dam tohar. Por lo que es probable que durante esa semana María habría sido asistida por mujeres, siguiendo las costumbres de su pueblo.
Más allá de que si existió o no la presencia de mujeres este acontecimiento me recuerda el hecho de que Jesús se hizo humano y se revelo no solo a su pueblo, Jesús viene a confirmar que se acerca a todos iniciando por los pastores y después a estos sabios que representan a otras civilizaciones incluso lo que se consideraba paganos. Esta revelación es una invitación a reconocer a lo que es diverso, en raza, cultura, sexo, genero, religión. Para muchas culturas antiguas orientales originariamente se celebraba en esta fecha el aumento de la luz solar tras el solsticio de invierno, asociado a la llegada de la luz y al fin de las tinieblas. La Epifanía se hizo coincidir con las celebraciones consideradas paganas y que adoraban al sol.
Estos elementos me invitan a recurrir a la hermeneútica de la imaginación creativa y recrear esa escena con ese niño pequeño junto a su madre: “Al ver la estrella, los sabios se llenaron de alegría. Luego entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre. Y arrodillándose, lo adoraron. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra." (Mt 2, 10-11) una mujer con un bebé signos de vulnerabilidad, la madre está cansada, dolorida, débil, cuidando a un pequeño que representa la grandeza, esa luz que ilumina su oscuridad pues al verlo sus males desaparecen y le dan fuerzas para seguir adelante.
El texto dice que la estrella se detuvo y que se llenaron de alegría, muchas veces el ver una pequeña luz en momentos oscuros nos llena de alegría y esperanza. Además, si esos sabios hubieran sido mujeres las imagino llegando cansadas, pero contentas, con el corazón abierto, dejándose cautivar por el pequeño, con la sorpresa de que a quien buscaban era la ternura encarnada, imagino sus rostros con una enorme sonrisa, ofreciéndose a cuidarlo mientras alguna ayudaba y cuidaba de la madre para que pudiera descansar y recuperar fuerzas, María llena de paz se permite descansar porque sabe que su bebé está bien cuidado pues está seguro entre mujeres.
Con frecuencia las mujeres nos ayudamos, si alguna necesita ayuda las demás estamos ahí, sobre todo al maternar ya que es una tarea difícil, el mensaje de este relato es una invitación para dejarnos cautivar por la ternura de Dios, que decidió encarnarse por medio de una mujer, que viene y se presenta a todxs sin distinción, para iluminar nuestras vidas que muchas veces están llenas de oscuridad.