DÍA DEL ORGULLO LGBTQ+

28.06.2022
El día del Orgullo surge con el objetivo de invitar a la tolerancia, la igualdad y la dignidad de las personas gays, lesbianas, bisexuals, trans, queer... Se celebra el 28 de junio, fecha en la se conmemoran los disturbios de Stonewall, Nueva York, EE. UU. de 1969, que marcan el inicio del movimiento de liberación homosexual los cuales consistieron en una serie de manifestaciones espontáneas y violentas contra la policía, como respuesta al hartazgo de los acosos homofóbicos ya que ese día quisieron arrestar a varias de las 200 personas que se encontraban en el bar por razones tan simples como el que dos hombres o mujeres bailaran juntos o no llevaran ropa considerada tradicional para su sexo.
Como una respuesta a estas realidades surgen los estudios queer , término utilizado para designar lo diferente, extraño, este fue utilizado en un primer momento como una forma despectiva para clasificar a las personas con una sexualidad diversa o que son parte de la comunidad LGBTQ+, en base a estos estudios la teología comienza involucrarse buscando desde la experiencia de Dios subvertir la imagen de un Dios todo poderoso a un Dios más humano, cercano y real, como una forma de deconstrucción religiosa y moral establecido por un sistema hegemónico excluyente que desestabilizan y desnaturalizan a las personas.
La teología queer es una teología que se hace visible en los cuerpos los cuales han sido marcados, rechazados y victimizados en relación a los parámetros establecidos de lo que implica una vida una vida “decente” o “indecente”, pues lo decente es en relación a la idea de un Jesús con un cuerpo deformado, para hacernos creer que algunos de nosotros tenemos que ajustarnos a ese único cuerpo. (Sánchez, 2019)
El rechazo a lxs cuerpxs nos dice que tenemos que ajustarnos a ese único cuerpo que se considera “Sagrado”, concebido sin mancha lo cual nos lo muestra como un modelo asexuado que afirma el sacrificio como una virtud fundamental, un sacrificio vinculado a los a los llamados a los “placeres de la carne” (Méndez, 2019).
Por lo que el cuerpx se convierte en un cuerpx deformado, para hacernos creer que algunos de nosotros, lo estamos. Nunca había considerado en el poder que este tiene y lo que esto significa para las personas, sobre todo para aquellas que no están dentro de la estructura heteronormativa establecida y predominante, lo cuir me lleva a reflexionar en el cambio, en el movimiento de los cuerpos que han sido y son signos de resistencia frente a lo estático y determinante.
Hoy puedo reconocer que es muy importante que las demás personas, estudiantes, religiosas, laicos, y diversas comunidades sobre todo los que nos llamamos cristianos, podamos conocer esta teología, para en un primer momento soltar las cargas que han sido impuestas sobre nuestros cuerpxs y el peso de lo que implica llevar una vida decente, creer que somos dignos como seres sexuados. Considero que es el primer elemento que habría que cuirizar, para entonces reconocernos en un acuerpamientx comunitario, en el que las personas seamos nosostrxs, y dejemos el peso del modelo de perfección que ha sido impuesto y al que nos hemos tenido que someter para poder encajar en esta sociedad.
Por eso creo que si todas las personas creyentes retomamos el valor del cuerpo tan esencial en la vida cristiana, seriamos realmente subversivxs, pues el cuerpx es uno de los elementos más importantes en el dogma, la tradición, la fe y la historia del cristianismo ya que hay una serie de acontecimientos en los que se sostiene, involucran una inevitable relación con él, como lo son: la encarnación, la eucaristía, la muerte y la resurrección, en estos hechos de la vida de Jesús se sostiene nuestra fe y en todos, el cuerpx es un elemento importante para que pudieran llevarse a cabo. Pues en estos hechos Jesús nos enseña que el cuerpo se convierte en signo de salvación y de vida, algo contradictorio a la idea de que es pecado y muerte. Considero que el primer paso para este devenir cuirizado es la reconciliación con el cuerpx, a nivel personal, comunitario y social.
La teología cuir rompe con lo dado y hace agrietar el altar que tenemos lleno de un Jesús hegemónico.