Día del Adulto mayor

28.08.2021
El día del Adulto mayor se conmemora como un acuerdo de la primera Asamblea Internacional de la Organización de la Naciones Unidas dedicada al envejecimiento celebrada en 1982 en la que se decretó conmemorar, a nivel internacional, el mes de agosto como el de la vejez; y en México se determinó que el día 28 del mismo mes sería considerado como el Día del Abuelo. Desde 1982 los adultos mayores en todo el mundo son festejados en agosto, mes en el que se celebró.En la Ciudad de México se celebró a los adultos mayores por primera vez en 1983 y 1984 en Monterrey, a partir de 1998 se instituyó en todo el país el 28 de agosto como Día del Anciano, título que fue cambiado posteriormente a Día Nacional del Adulto Mayor. Esta celebración tiene como finalidad hacer un esfuerzo por construir una sociedad incluyente recordando que no todas las personas de la tercera edad son abuelos y no todos los abuelos son personas de la tercera edad, por ello es llamado día del Adulto Mayor.La Secretaría General del CONAPO reconoce a esta población demográfica en aumento y se estima que entre 2015 y 2030 el número de adultos mayores crecerá en más de un 55%, llegando incluso en algunos países desarrollados a ser más del doble que el número de niños para 2050, por eso este grupo de personas es de gran importancia ya que han mostrado retos que como sociedad no hemos asumido sobre todo en términos de salud, oportunidades, inclusión y derechos. Como respuesta ante estos, es importante asegurar la atención de las necesidades y cumplimiento de los derechos de una población en aumento y con necesidades por atender mejoras en las políticas de salud, así como avances en la ciencia y medicina, la esperanza de vida ha aumentado considerablemente, esto significa que cada día la proporción de adultos mayores es mayor.De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2010, en México residen más de 7 millones de personas de 65 años y más, lo que representa el 6.3% de la población total. De ellos, 3.8 millones son mujeres y 3.2 son hombres. Es importante conocer y comprender las dimensiones particulares de la discriminación en relación con cada uno de los grupos poblacionales, incluida la población adulta mayor, para los cuales la discriminación se ha presentado de manera histórica, constante y sistemática. A consecuencia de ella, tales grupos han enfrentado desigualdades fundamentales en cuanto al acceso a derechos y oportunidades para el desarrollo. Los Resultados sobre personas adultas mayores de la Encuesta Nacional de Discriminación en México (Enadis) 2010 muestran los niveles de exclusión, de falta de reconocimiento y de obstaculización de derechos y oportunidades fundamentales para llevar a cabo una vida digna y satisfactoria independientemente de la edad. El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores ha buscado visibilizar la condición en que se encuentran muchas de estas personas en nuestro país por discriminación en razón de su edad. Estas personas necesitan y, sobre todo, merecen ser vistas desde una perspectiva de derechos propios, desde la perspectiva de que su inclusión no es una prerrogativa discrecional sino una obligación.En México, las personas adultas mayores son consideradas el cuarto grupo de población vulnerable a la discriminación. Tres de cada diez personas en México consideran que los derechos de las personas adultas mayores no se respetan en nada y otros tres opinan que se respetan poco (Enadis 2010).A esas discriminaciones relacionadas con la edad, con el estrato socioeconómico, el origen social, el área de residencia, la raza, entre otras, están las desventajas históricamente instauradas con respecto al hecho de ser mujeres, se suman: ser mujer, vieja, pobre y latinoamericana constituye un enorme riesgo de marginación socio-cultural, como lo confirman los altos índices de desigualdad económica y social en nuestros países. Actualmente se vive un acelerado proceso de envejecimiento demográfico, la esperanza de vida de las mujeres es mayor que la de los hombres (Enadis, 2010), las relaciones de género estructuran la totalidad del transcurso vital, desde el nacimiento hasta la vejez y las desigualdades de género se acumulan desventajosamente en la vejez de las mujeres.