Día de la Pachamama
Karina de la Rosa Morales
Lizy Perlata
En la cuenta ancestral de los pueblos yacen historias entrelazadas con la agricultura y la Madre Tierra, la Pachamama, como es nombrada desde las Culturas del Sur de Abya yala, donde se teje la red de la vida con el tiempo, el espacio y la divinidad de lo creado. Son historias que conjuntan prácticas y relaciones milenarias que ocurren en torno a cada ciclo agrícola y que hace Pueblos.Durante los tiempos agrícolas, los pueblos viven desde su cosmogonía un modo de hacer, pensar y celebrar la vida. Hoy, 1° de agosto, en la cuenta de los tiempos agrícolas que viven nuestros pueblos hermanos de la región Andina, se ofrenda, pide y agradece por la buena cosecha a la Pachamama. Es una forma de celebrar la reciprocidad que los pueblos tienen con la naturaleza, con la fuerza generadora de vida y que, desde el sincretismo con lo cristiano, en la Pachamama se representa a la deidad femenina en la Tierra. En las fiestas y celebraciones agrícolas los pueblos ofrendan semilla, comida, bebida, hojas de coca, agradeciendo así el sustento que produce para la humanidad cada cosecha, pidiendo permiso a la Madre Tierra para descobijarla con respeto y sembrar la semilla que con la lluvia se vuelva próspera para la vida. En los ciclos agrícolas los pueblos también viven una síntesis de la vida comunitaria y de sus luchas, por la organización del trabajo con la tierra, el agua y la montaña en territorios en disputa; por el cuidado de la semilla, que es sagrada, que cuidan, recuperan y defienden para sembrarla en el siguiente ciclo; por la comida que cosechan, que es alegría y dignidad para transitar con serenidad los tiempos de espera, preparación y siembra. En el fondo, este ritual celebra el acuerdo de saber vivir de la Madre Tierra, es una propuesta para el buen vivir basada en el ´Sumak Kawsay´, que es saber Ser Pueblo-Comunidad con la Tierra; es decir, engloba toda la vida y el sentido que los pueblos le dan a todo lo que hacen con la finalidad de ofrendar, agradecer y celebrar con la Pachamama la continuidad del acuerdo de vivir como pueblos, lo que -a su vez- constituye la base de las autonomías indígenas y campesinas.Celebrar es una forma de resistir haciendo, recordando lo que son, contra todas aquellas amenazas a la Pachamama, como son los cultivos transgénicos, los megaproyectos extractivos, las plantaciones agroindustriales, la deforestación, la devastación del agua. Por eso, hoy la celebración es un signo de resistencia para seguir siendo una humanidad que sabe vivir con la Tierra, en una dinámica de reciprocidad, respeto, equilibrio y restitución.